lunes, 26 de enero de 2009

Difusa

Clara se sienta. Ocasionalmente mira el reloj (comprado en la feria) que descansa en la pared. El tic-tac la pone nerviosa, las manillas que no avanzan demasiado (pero no es que transcurra poco tiempo; tal vez es la pila o alguna otra anomalía típica de los relojes de feria). Luego de un rato suele levantarse y correr hasta el baño, lugar en donde comienza su ritual, que consiste en darse cabezazos frenéticamente contra el espejo que está sobre el lavamanos. A veces el espejo se quiebra, a veces no. Cuando se quiebra, Clara observa horrorizada cómo los pedazos vuelven a su lugar como si nada hubiese pasado. Comúnmente, luego de esta clase de episodios siente como si la clavaran en la cruz, o tal vez algo menos intenso y melodramático, y va amodorrándose poco a poco, hasta caer de bruces al suelo. Entre dos desconocidos la levantan y la depositan en su cama.
Al día siguiente, por lo general amanece un poco adolorida, y un poco sorprendida al constatar que el living ahora es Marte, y que el espejo del baño ha sido reemplazado por una boletería, que sus piernas flaquean debido a la inyección de alguna sustancia estupefaciente (pero eso ella no lo sabe), y que producto de ello siente un dolor más o menos punzante en la nalga derecha.

miércoles, 21 de enero de 2009

Trocitos de nada (esbozo)

Llueve
Un teléfono suena
(no es el mío, es uno lejano
de kilómetros más allá del mar)
Me asomo a la ventana y miro nostálgico
a través del vidrio
o través de mis ojos vidriosos?
El ojo que se quiebra, se quiebra en lágrimas
En lágrimas, gotas de agua salada
condimentadas de soledad.

El vidrio se asoma y mira nostálgico
a través de mí
de mi cuerpo que se desarma
de mis ojos viperinos
de estos trocitos de nada
sesgados de humanidad.

Llueve
La lluvia resuena en mi techo
se llueve, mi casita copeva
me inunda hasta los pulmones, me expurga
y un teléfono suena, otra vez
(no es el mío, yo lo sé
es uno lejano
de kilómetros más allá del mar de mi ciudad sin mar)
lluvia, lluvia salada
lluvia ácida
lluvia dulce
lluvia amarga (me amarga?)
mi techo se desmorona, cae en pedazos
me desmorono, caigo en pedazos.

Escombros, escombros por montón
(no botar, multa 3 utm)
sobre mi cuerpo, sobre mi cara, sobre mí
Sobre mis trocitos de nada
Y de nuevo un teléfono suena CÁLLATEMIERDA
(no es el mío, no, no es
pero me extiendo para contestar
kilómetros más allá del mar)

aló?
hola?
estará mauricio?
síconélquiénhabla
sigaparticipando

en esta humirde morada
(en estos humirdes escombros)
yacen los restos de [inserte un nombre]
los trozos de nada
depolvodeescarchadetierrademar
abandonados por la mano de Dios
El aludido no dejó testamento
ni herencia ni casa ni joyas:
profanad esta tumba si así lo deseáis.




(de más está decir que nuevamente el formato del blog me juega en contra. Así es la vida del artista y del que no sabe html.)