jueves, 15 de mayo de 2008

Fuego al volante

"Drive
I'm yours to keep
Do what you want
I'm going cheap."
Depeche Mode


Me miras, te miro, subo por tus peligrosas avenidas hasta llegar a tus ojos que me detienen como semáforo en luz roja en plena Alameda.
Te miro, me miras, luz verde y sigo iracundo hacia Plaza Italia recorriendo a 120 kilómetros por hora tu avenida principal, ahora descongestionada y libre de semáforos, de locomoción, de frenos, de estorbos, de colectivos intercomunales intercriminales. Y entonces luz amarilla, precaución, desaliento, luz roja, stop.
Las gigantografías se alzan majestuosas enfrente, promocionando lo más top de lo top, ese Big Mac que te regala montones de calorías, esa Coca Cola Zero que te da cáncer, ese banco que te estafa y esa luz gigantografía roja, esa roja gigantografía luz, esa gigantografía luz roja que te para en seco y te detiene el corazón en medio de una carrera contra el tiempo y la vesícula y la mirada que te persigue a lo largo de esos miles de kilómetros de coqueteo y sexualidad express, expresados en el fuego de los corazones, de los ojos, de los autos, de la Coca Cola Zero con nuevo mix de endulzantes, del nuevo crédito con el interés más bajo (y ese sí que te quema). Y de pronto es luz verde, luz blanca, luz azul, luz negra, luz paradoja, luz onda, luz corpúsculo, luz crepúsculo, luz de avance y los autos y las miradas corren a mil por hora y los corazones palpitan en el velocímetro que sube y sube hasta colapsar. Entonces viene el choque, el choque de los autos, el choque de las miradas, el choque de los cuerpos rebosantes de deseo y de bencina, el choque de las bocacalles que se absorben en provocador juego de flujos salivales de la maquinaria automotriz. Y los conductores arden más que nunca, más de lo que habían ardido en años de ir y venir por la avenida, y arden otra vez, y chocan otra vez, y te miro, me miras, me miras, te miro otra vez y entonces es incendio, incineración, un crepitar de ojos lujuriosos y de cuerpos lubricados en sudor y de autos completamente destruidos que provocan el bloqueo de la principal vía de la capital durante varias horas de amor, sexo y muerte.
A la jornada siguiente, los diarios titulan: "Dos jóvenes desnudos fallecen en choque automovilístico de cuerpos lascivos pulverizados por el placer de la Alameda".

2 comentarios:

Drakonia dijo...

Me gustó eso de babosa/caracol/under...He visto a muchas bailando a los depeche creyéndose divas...

He optado mi insanidad mental...Creo ke por eso toy terminando la pedagogía en "Lenguage y Comunicación" (y no soy apegada a la RAE, pero me obligan a serlo)...

Ey, me contaron ke había un poema por aká dedicado a los pro vida...dónde está?

Anónimo dijo...

Notable todo lo que escribes mauricio. Creo que te falta aquèl que leìste en chillàn.
Muchos saludos, cuìdate.
adiòs