y un papel
y hartos cuadritos
(7 mm2 c/u, según me soplan por interno)
y hartas letras que se agrupan en un algo
que pretende tener sentido
(no lo logra, claramente
pero no deja de hacer el esfuerzo)
El porqué de esto no lo tengo muy claro
Le puedo asegurar, no obstante,
que no es por usted, ni por la señora de la esquina
(que, entre nos, en este mismo momento
está sacando su mórbida y -falsamente- rubia cabeza
por la ventana del segundo piso
para enterarse de los úrtimos sucesos acaecidos en el pasaje)
ni obviamente tampoco por el caballero del almacén
ni por los mendigos de Paseo Ahumada
ni por las pelolais que no saben llegar a Plaza Italia
y, en fin, ni siquiera por mí;
el punto es que esto se escribe por algún motivo
(injustificado, seguramente)
y es probable que usted ni siquiera se moleste
en destrozarlo y botarlo en el tarro
de la basura más cercano
(de preferencia tipo Arturito)
mal que mal
ocho de cada diez gatos prefieren Whiskas
y esto con suerte alcanza a ser
una especie de jurel -tipo salmón-
un tanto descompuesto, del que las moscas
han hecho su alimento y su techo.
Y no lo culpo, pues entre un
puedo escribir los versos más tristes esta noche
y un witreado mental del tipo
caca pichí tula POTO
(el poto del topo, o bien
el topo del poto, o bien
yo opto por el poto del topo)
claramente no hay dónde perderse
(a menos, claro,
que usted tome la micro en la dirección equivocada
o que se desvíe el tráfico
a causa de la Pequeña Gigante).
En el fondo, supongo que lo que usted quiere leer
es que la poesía tiene
una razón de ser en sí misma
que el lirismo es llevado hasta el éxtasis
hasta el frenesí, obnubilándose así el lector
y un sinnúmero de pescás por el estilo
(puedo seguir)
Lamentablemente, esto no es eso
ni aquello
ni precisamente un soneto
así que saque conclusiones:
todo aquello me lo paseo
por algún recóndito lugar de los genitales masculinos
y que se vaya a la conchesumadre
usted y todo su séquito
de intelectualoides shuperlocos posmodernos
asiduos a los cigarros, al café
y a las chupadas de pico express
a los clásicos de la literatura chilensis.
Post scriptum
Ah, lo olvidaba:
mi mamá me da manjar colún
y me importa un pico todo lo demás.
(Febrero, 2010. No había querido publicarlo porque, francamente, me parece muy malo.)